En la industria del cine, muchas veces resulta una tarea difícil descolgarse de los esteorotipos y encasillamientos , para buscar nuevas formas de expresión artística, distintas a las recorridas hasta ese momento. Sobre todo , si se considera que , a pesar de todo, la vieja fórmula de repetir más de lo mismo siempre funciona en el mercado del cine. Más de lo mismo es dinero seguro para muchos productores y directores.
Pocos son los que se atreven a cruzar fronteras y experimentar en géneros distintos a los que usualmente se les asocia . David Cronenberg debe ser uno de estos "valientes".
Aunque resulta practicamente imposible separar el nombre de este director canadiense de filmes clásicos de horror y ciencia ficción como Videodrome, Scanners o The Fly, lo cierto es que Cronenberg hace rato ya que dejó atrás sus propios encasillamientos en materia de temática y género , sondeando en nuevas variantes . EASTERN PROMISES (2007) es una muestra más de aquello . Una historia vinculada a una poderosa mafia rusa , sirve de excusa a Cronenberg para desplegar todo su talento en la dirección y mostrarnos como puede navegar con facilidad en todo tipo de aguas, conservando siempre , por supuesto, su particular y oscuro sello.