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jueves, octubre 05, 2006

UN VIAJE A LA MEMORIA

Algunos días atrás , junto a los papás, estuvimos en Santiago. Un personal e íntimo deseo de nuestros progenitores motivaba a hacer este viaje : visitar la Villa Grimaldi, el tristemente célebre centro de detención y tortura durante la dictadura militar. En 1974, mi viejo volvió vivo con nosotros , luego de estar encarcelado por la dictadura casi un año. Muchos en Villa Grimaldi , no corrieron igual suerte y nunca más volvieron con sus familias. Este viaje tenía pues un profundo contenido emotivo.
No obstante lo específico de nuestro objetivo, una vez en la capital, entendimos que el recorrido del viaje debía ser más amplio, era necesario extender el itinerario y acudir también a otros sitios. Es así que , acompañados del siempre gentil Daniel, actuando de guía oficial (reside en Santiago hace muchos años), y bajo aquel inclemente calor metropolitano, nos dirigimos a Villa Grimaldi, al Memorial de los detenidos desaparecidos, al Patio 29, a las tumbas de Salvador Allende, de Miguel Enriquez y de Víctor Jara.

Arrieta es una amplia calle que va hacia los cerros cordilleranos aledaños a las comunas de La Reina y Peñalolén. Allí en el número 8401, detrás de un gran muro se emplaza Villa Grimaldi , otrora siniestro lugar usado por la dictadura militar , actualmente está convertido en un hermoso parque, que se levanta como un simbólico homenaje a los que allí murieron y como un lugar de recogimiento y reflexión.
Mientras lentamente recorríamos el lugar, pensaba en todo el dolor que ese recinto presenció. Caminar a la sombra de los arboles que componen el parque, es relajante y agradable, sin embargo cada paso nuestro , cada piedra, cada muro, te recuerda el dolor de aquellos que sufrieron allí lo indecible.
Una maqueta a escala , réplica exacta de la forma original que tenía el recinto en aquellos siniestros años, puede ser vista por los visitantes. Fué construída a partir de los dolorosos recuerdos de los sobrevivientes.
Un gran monumento de piedra recuerda los nombres de las personas que en Villa Grimaldi desaparecieron. Es inevitable sobrecogerse.
(Debe ser una paradoja que la cárcel donde cumple condena el "Mamo" Contreras , ex jerarca de la temida DINA, se encuentre a sólo unos cuantos metros de Villa Grimaldi)

El Cementerio General de Santiago, ubicado en la comuna de Recoleta, es casi una lección de historia , pues allí , en antiguos mausoleos de piedra, descansan los restos de célebres personajes de la historia nacional.
El Memorial de los detenidos desaparecidos y ejecutados políticos se alza imponente a pasos de una de sus entradas. Veo allí una mujer de frágil aspecto y un niño que colocan flores en una tumba . - Es la esposa y el nieto de un desaparecido- me aclarará mi madre más tarde, luego de conversar con aquella mujer. La dolorosa realidad de los desaparecidos golpea de inmediato . Cientos de nombres de víctimas , incluyendo el esposo y abuelo de esta viuda y su nieto, figuran escritos en las piedras que constituyen el memorial . Anónimos nombres de hombres , mujeres y niños, serán el póstumo mensaje que quedará para las generaciones posteriores.

Salvador Allende está enterrado bajo un solemne monumento , junto a los mausoleos de otros presidentes de Chile. Al menos sus restos han recibido una digna sepultura. Un extracto de las últimas palabras del "chicho" , pronunciadas aquel mediodía del 11 de Septiembre de 1973, mientras aviones de la fuerza aérea bombardeaban la moneda, están escritas en una placa de bronce , como un silencioso e invencible legado para la posteridad. Trabajadores de mi Patria, tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo en el que la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor.



El exceso de vegetación que cubre el Patio 29 del Cementerio General , me recuerda en forma inmediata la actitud del poder gubernamental con respecto al tema de los desaparecidos. "Esto ya es historia, y hay que olvidarlo" pareciera ser el subliminal mensaje que se desprende al observar el descuidado paisaje de plantas silvestres que han crecido sin control en el lugar. Sin embargo , aquellas cruces de metal , corroídas por el óxido de casi 30 años, con la leyenda "N.N" escrita a mano, nos recuerda otra cosa, que la justicia está pendiente.


Las tumbas de Miguel y de Víctor son de una sencillez que desconsuela. Simples nichos , comunes y corrientes. Pareciera como si la consecuencia mostrada en vida por sus moradores quisiera prolongarse aún más allá de su muerte.
La tumba de Víctor Jara es un lugar permanentemente visitado, y dan fé de ello, la gran cantidad de flores rojas que están depositadas allí, a pesar del reducido espacio. Decenas de poemas y mensajes, clandestinos grafittis a modo de póstumo homenaje, están escritos alrededor.

El viejo nicho que contiene los restos mortales de Miguel Enriquez es solo uno más de las cientos que allí están. Nada más que su nombre y el de sus padres , quienes reposan también en aquel lugar, alertan sobre su ubicación. Sólo unas cuantas flores secas adornan la tumba del gran revolucionario penquista. De reojo , veo brillar los ojos de mi padre, casi al borde de la lágrima. ¿Como era aquello posible?. Miguel ,que entregó su vida luchando, ni siquiera tenía unas flores frescas en su tumba. Sin demorar , rescatamos unas flores silvestres que han crecido cerca de allí y las depositamos en unos viejos jarros de vidrio, en un improvisado y mínimo homenaje.


Las horas han pasado volando. Hemos llegado al fin de nuestro recorrido, un viaje a la memoria, a aquella memoria que muchos quisieran desterrar. El dolor, la tristeza, la impotencia, la rabia nos embargaron en cada lugar visitado. Tanta injusticia cubierta bajo la forma de una simple cruz , una lápida o un monumento de piedra.
Sabrán nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos de esta sangre derramada.
No hay olvido ni perdón.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola
Recuerdo que visite Villa Grimaldi cuando visite Santiago en el 2003. Como dices en tu nota parece un lugar tan pacífico ahora. Una de las cosas que más me impresionó fue que, en la maqueta, estaban señalados partes del lugar donde escondian a los presos durante la visita de observadores de Derechos Humanos...

ah, gracias por tu comentario es agradable leer lo que dices... saludos

Luna Agua dijo...

Que hermoso homenaje amigo.
Vale leer algo asì de vez en cuando.



Saludos colectivos

Nelson, un habitante del patio dijo...

La memoria será nuestro homenaje.
Gracias Lun, por tú visita y tú mensaje.
Saludos,