Hoy, luego del violento terremoto del sábado 27, los servicios básicos ya están nuevamente operativos en mi ciudad. Hoy -por fin- ya contamos con agua potable, servicio que se suma a la energía eléctrica, teléfono, televisión e internet, que había sido habilitados unos días antes. La normalidad empieza a abrirse camino , luego del caos producido.
Como en una cinta de video, intento rebobinar en mi mente, buscando imágenes y recuerdos que me permitan escribir algo. La verdad es que, a pesar de que ya ha transcurrido más de una semana, me cuesta encontrar la hebra inicial del relato. Hay tanto que contarles.
No sé si hablar de esos 2 minutos de terror en el segundo piso de mi casa, aquella oscura noche. O de la devastación de algunas ciudades de mi región. O de la demencial actitud de los saqueadores. O del tsunami que arrasó con localidades costeras. O de la preocupación de tantos amigos por saber de nosotros. O de la solidaridad de muchas personas.... En fin, tanto que decir.
Espero poder tener algo de claridad y tiempo para escribir -y ustedes la paciencia para leer- y de a poco les iré contando. Por ahora, permitánme un profundo suspiro de alivio, y disfrutar de la alegría de ver a mi familia conmigo, sana y salva.
1 comentario:
pues yo me alegro de que no haya pasado nada y te animo a que exorcices ese mal trago y susto que debiste pasar, que yo encantada lo leeré. Desde aquí te apoyamos y mandamos un abrazo muy fuerte. ÁNIMO!!!!
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