Uf... Después de varios días ausente de las pistas blogeras, por razones de pega, aquí estamos de nuevo.Hace algunas noches (gracias a la amistosa mula de la web) por fin pude ver la excelente película "In cold Blood"(1967, Richard Brooks). Este film , basado en la novela homónima de Truman Capote, recrea los hechos ocurridos el año 1958, en Kansas, USA, y que terminaron con la muerte de una familia completa a manos de un par de jóvenes criminales.
Con "In cold Blood" cierro el frenético viaje que inicié viendo "Capote" (2005, Benett Miller) , que continúo en forma inmediata con la devoradora lectura de la propia novela de Truman Capote, y que finaliza con esta buena película en blanco y negro, protagonizada por un joven Robert Blake.
Aún no me explico cuales fueron las razones que me entusiasmaron a seguir este periplo cinematográfico y literario. Puede tratarse de aquel personal lado oscuro que quizás todos tenemos, y que permanece en el lado más recóndito de nuestro inconsciente, o a lo mejor se trata de pura y simple curiosidad morbosa, sin mayores consecuencias. Quien sabe.
Lo que si es un hecho es que esta trágica historia tiene un innegable lado maldito. Para muestra un botón: su protagonista , el actor Robert Blake , después de 37 años de haber participado en el film , fué puesto en el banquillo de los acusados de un tribunal de USA , sindicado como culpable del homicidio de su esposa.
PD: Blake fué un actor de notoria popularidad en los años 70 y archiconocido mundiamente por su popular rol de "Baretta" , en la serie de TV del mismo nombre. Su última aparición cinematográfica se produce en el film de David Lynch "Lost Highway".
Blake fué finalmente declarado inocente de dicho cargo de homicidio.
1 comentario:
Yo también hice el periplo cinéfilo que hiciste. Aunque vi las películas en diferentes fechas, con años de diferencia. De hecho, cualquier adaptación al cine palicede frente a la novela que es tan interesante.
No me gustó mucho "Capote" pero "In cold blood", con ese blanco y negro tan efectivo, me parece una justa adaptación.
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