En lo personal, Septiembre ha sido desde siempre, un mes de emociones encontradas.
Es que, junto al colorido clarear de cada primavera, la emoción, la nostalgia, la alegría , la rabia , se mezclan en una extraña combinación, de recuerdos personales y vivencias colectivas.
Hoy , cuando veo a mis hijos , jugando cerca mío, no puedo dejar de pensar en aquellos a los cuales, bajo la forma de la muerte o del exilio, la brutalidad del poder militar , les arrebató el derecho al futuro y a la felicidad.
Cada Septiembre, cuando la festiva marea de patriotismo nacional se confunde con una vorágine alienante y consumista , envolviendo todo y olvidando a tantos, mi homenaje se dirige hacia aquellos que no están.
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