
Afortunadamente, no me equivoqué.
Neil Burger (su casi desconocido director) apoyado en un buen grupo de actores (encabezado por un atinado Edward Norton y por el talentoso Paul Giamatti), con una austera (pero cuidada) producción , y armado de un inteligente desenlace, consigue una muy amena película , que logra superar sus evidentes fallas argumentales, alcanzando con éxito el objetivo básico de toda pieza fílimica: Entretener.
Mi nota: un 7 de 10.
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