Que te encarguen hacer la secuela de una película emblemática, debe ser cosa difícil para un director de cine. Y que más encima te encarguen hacer la de BLADE RUNNER, verdadera leyenda del cine de ciencia ficción mundial, debe ser suficiente razón para sentir que la cosa será cuesta arriba.
Eso imagino debió haber pensado Denis Villenueve, talentoso director canadiense, cuando le encomendaron una de los desafíos más duros de la cinematografía contemporánea.
Sin embargo , luego de ver BLADE RUNNER 2049, puedo decir con toda seguridad, que Villenueve no sólo logra salir airoso de la difícil misión encomendada, consiguiendo que su película alcance un nivel acorde a su antecesora, sino que además logra que ella tenga peso específico por sí sola.
Aunque BLADE RUNNER 2049, es la natural extensión de la historia desarrollada por su ilustre antepasado cinematográfico, en mi humilde parecer, consigue establecer una propuesta novedosa, con una identidad propia, pero que al mismo tiempo rinde un merecido y respetuoso homenaje a uno de los referentes absolutos de la historia del cine.
Villenueve conecta de forma casi perfecta , su película con aquella realizada casi 35 años antes, y le da una maravillosa continuidad a la historia basada en la novela de Dick, que hablaba de los replicantes y su capacidad de sentir como humanos.
Destacar la satisfactoria actuación de Ryan Gosling y la tremenda banda sonora de Hans Zimmer -otra vez- y Benjamin Wallfisch.
BLADE RUNNER es una estación de detención obligada , para aquellos que disfrutamos el cine, aquellos que buscamos, al menos durante un par de horas, llevar nuestra mente a un mundo distinto y que nos haga sentir que -a pesar de todo - somos seres en busca de sueños.
Absolutamente recomendable.